La Oficina Internacional de Pesas y Medidas (BIPM) es la organización intergubernamental a través de la cual más de 110 estados y economías actúan juntos en asuntos relacionados con la ciencia de la medición y los estándares de medición. Hoy en día, el BIPM es el custodio del Sistema Internacional de unidades (SI), y la escala de tiempo internacional (UTC), y desempeña un papel de coordinación de una red de 250 institutos nacionales de metrología en todo el mundo que trabajan para garantizar mediciones estables, comparables y equivalentes a largo plazo. En esta red se destaca la custodia de los patrones de medición que contribuyen a la calidad de las observaciones y los mensurandos relacionados con la biodiversidad, así como el registro y monitoreo de las variables bioquímicas, biofísicas y biológicas que soportan la caracterización, la gestión y la mitigación de la pérdida o degradación de la biodiversidad.
Dentro de estas variables se destaca, por ejemplo, la temperatura, siendo una de las magnitudes más decisivas para determinar los patrones de distribución de la biodiversidad en las comunidades. Es así como la metrología, y el uso del Sistema Internacional de unidades, permite garantizar que el grado Celsius de hace 50 años y el de ahora, es el mismo. Además, la institucionalidad detrás de la red global de institutos de metrología permite soportar que las mediciones de la temperatura se realicen bajo los mismos métodos de medición entre diferentes comunidades, asegurando la comparabilidad de las mediciones a nivel internacional.
El Instituto Nacional de Metrología de Colombia (INM), miembro de la red global del BIPM, es la autoridad nacional en metrología científica e industrial, así como centro de investigación reconocido por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, pilar del Subsistema Nacional de la Calidad del país (SICAL). El INM, en conjunto con dicha red global, han identificado necesidades de caracterización, medición y retos técnicos en el campo de biodiversidad. Por lo tanto, ésta es una invitación a que esas oportunidades sean analizadas, trabajadas y direccionadas de forma colaborativa entre entidades que tengan la capacidad de estudiarlas y comprenderlas, con el fin de desarrollar herramientas necesarias para su tratamiento y manejo, de manera que la conservación de las matrices biológicas que conforman la diversidad en la naturaleza, las cuales forman parte vital para el bienestar del planeta, la vida humana y animal, se den en un contexto medible, comparable y repetible.
Estos desafíos deben abordarse de manera colaborativa, con base en la especialización de los institutos nacionales de metrología por matrices, alcances o, incluso, magnitudes, y ser priorizados, para así atender los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) señalados por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Entre estos desafíos se ha venido promoviendo activamente en el país la confirmación de la identidad de patógenos que, en el caso de enfermedades, asegura que los laboratorios de ensayo que realizan diagnóstico de dichas enfermedades brinden confianza en sus resultados. Ya es común que se realice entre el INM de Colombia y las autoridades de salud, y de sanidad animal o vegetal, actividades de producción de materiales de referencia para su uso en ensayos de aptitud con el fin de evaluar el Código E-02-F-009 Versión 07 Página 2 de 2 desempeño de los laboratorios de ensayo, para el fortalecimiento de sus competencias técnicas, y el reconocimiento de estas a través de una acreditación.
Así mismo, se ha evidenciado la relevancia de la confirmación de las especies, para lo cual se han desarrollado y validado métodos de medición por biología molecular que permiten identificar secuencias de ADN. La secuencia es integrada a bases de datos de libre acceso para los investigadores, así como la especie identificada se almacena en Colecciones de Referencia, usualmente custodiadas por universidades, de donde se pueden extraer cepas de referencia que pueden emplearse como ítems en comparaciones inter-laboratorios, ensayos de aptitud, o como materiales de referencia certificados.
De otra parte, no solo mediante análisis químicos o biológicos es posible analizar la diversidad de las especies. La acústica, como magnitud física, resulta ser clave para identificar especies presentes a través del sonido que las mismas realizan o generan en un entorno. En efecto, en las zonas rurales se ha evidenciado que los paisajes sonoros son una potencial área de investigación con diferentes fines, como determinar fuentes sonoras en la biodiversidad o monitorear acústicamente cultivos específicos. Ejemplos como presencia o ausencia de índices acústicos relacionados con abejas, ganado, aves, entre otros, podría evidenciar una coexistencia de biodiversidad o un riesgo de deforestación. En este contexto es totalmente viable la participación del INM para proveer trazabilidad metrológica para la confianza en las mediciones de sonido, considerando que el país está siendo líder en el estudio de la dinámica de los ecosistemas a través de soluciones I+D+i que reflejen la conservación de especies y hábitats, así como el aprovechamiento del conocimiento para la creación de nuevos servicios ecosistémicos. Por tanto, es posible imaginar futuros cultivos cuyos productos tengan un valor agregado de monetización derivado del monitoreo acústico trazable metrológicamente al Sistema Internacional de unidades.
Hagamos la paz con la naturaleza y midamos el camino trazado.